
Las ampollas suelen formarse en los talones o en las plantas de los pies cuando se usan zapatos mal ajustados, y en las manos por el roce continuo de herramientas o utensilios de trabajo. También se forman a causa de las quemaduras leves. Sea cual fuere el origen, el tratamiento es muy simple. Tan pronto se detecte una ampolla, debe uno pararse y hacer una primera cura para evitar que se haga más grande y moleste más:
* Con la aguja hipodérmica pinchar la ampolla y conseguir que drene bien hasta que se vacíe del todo. Pincharla significa atravesar sólamente la piel por uno o dos puntos.
NUNCA cortar la piel, que va a servir de protección a la zona lesionada.
* Colocar encima de la ampolla, ya sin líquido, un trocito del apósito de gelatina (Geliperm, Colágeno Llorente ...) que va a aliviar el escozor y a servir de almohadillado.

* Cuando se termine la partida, debe levantarse esta cura y, después de lavados los pies y secados minuciosamente, se procederá de la misma forma que hemos descrito, volviendo a pinchar la ampolla si se hubiera vuelto a formar.
* Al día siguiente, antes de comenzar a jugar, se procederá

a hacer una nueva cura.
Si no puedes evitar el roce que causan las ampollas, protégelas con un parche adhesivoampolla quede descubierta. Aplica merthiolate alrededor de la ampolla para que la piel se ponga pegajosa y la compresa la sostenga.
Por cierto, no está de más llevar un pequeño "botiquín" en el paletero para hacer frente a las lesiones espontáneas más leves. Este puede ser otro post interesante para publicar en próximas fechas (Crear un botiquín-padelero).
Saludos!
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